15 dic 2010

Aura y la Navidad



Ya llega la Navidad, días llenos de magia, y Aura salta llena de alegría. Son días muy felices, días repletos de ilusión y Aura los disfruta un montón sin dejarse nada en el
tintero. Primero, Adviento. En su calendario Aura comienza a desgranar
los días que faltan para las fiestas celebrar.

Tras cada ventanita se esconde una sorpresa y a Aura le encanta descubrirla: hoy una chocolatina, mañana una golosina, ayer fue una pegatina. Son cosas pequeñitas, minúsculas
sorpresitas que a la niña hacen disfrutar. Ya llega la Navidad y Aura
quiere reír porque en estos días se siente muy feliz.

Segundo, adornar el árbol, algo muy divertido: que si una bola por aquí, que si espumillón por allá, que si luces, que si angelitos, que si lacitos, que
si una gran estrella para el final. Luego, con un chocolate bien
caliente, Aura frente se sentará frente a él para contemplarlo,
disfrutarlo y mil cosas imaginar.

Esas bolas de colores, piensa Aura, son planetas diminutos donde vive gente microscópica. Y el espumillón, sigue pensando, son autopistas doradas y plateadas que conectan unos planetas
con otros y por él viajan, deslizándose, las pequeñas personillas. Y
esas luces amarillas, rojas, verde o azules, son estrellas luminosas que
charlan con parpadeos; ahora hablan las rojas y callan las demás, luego
callan todas y hablan las verdes y así sin parar.

Ya llega la Navidad y Aura llena su cabecita de ilusión y felicidad. En tercer lugar, el Nacimiento que Aura prepara con mucho cuidado junto a sus papás. Aquí un pastor, la
lavandera por allá, ese ángel va más acá. Algo de musgo, un par de
piedras, papel de plata para el río figurar; un cielo azul y una gran
estrella para los Reyes guiar.

Luego,al acabar, se queda observándolo, haciendo algún cambio final y, cómo no, poniendo su imaginación a trabajar. Aura imagina que las figuritas de noche, mientras todos
duermen, seguro se moverán. Y los Reyes avanzarán un poco y el Niño
llorará, y María cantará una nana y los pastores bailarán.

Y los ángeles jugarán al corro y las pastoras reirán y los animales harán mucho ruido y todos se divertirán. Ufff... menudo jolgorio, piensa, el que se debe montar.

Ya llega la Navidad y Aura se siente feliz de poderlas celebrar. Y piensa Aura en Papá Noel y en lo gordote que está y en que ella no tiene chimenea... hey, mamá, ¿por dónde va a
entrar? Y le deja unas galletas y leche para cenar, y piensa que, si en
cada casa, le ponen así de comer es normal que no pare de engordar.

Y, por supuesto, los Reyes, esos no pueden faltar, que Papá Noel está muy bien pero los Reyes, como son tres, pueden más regalos cargar. Y limpia bien sus zapatos y los deja
bajo la ventana aunque duda que con esos camellos puedan entrar por ahí.

Un vaso por cabeza, galletas para tres, agua para los animales... ¿Ya los pajes, mamá, que les podemos poner? Ya está aquí la Navidad, unos días de ilusiones y Aura disfruta a
montones. Ya está aquí la Navidad, Aura se siente feliz y cruza mucho
los dedos para que nunca se acabe, jamás.

Ya llegó la Navidad, qué bien que lo va a pasar, ojalá que todo el mundo las pueda disfrutar en paz y tranquilidad.

Fin.
Dolores Espinosa